La japonesa chilla, pero se deja manosear obedientemente. Estos ruidos sólo animan al tipo a meterle la polla en la boca y obligarla a chuparla. Gimiendo y chupando, ella lo excita aún más. Me encantaría meterle un pimiento en el culo. Ese es el tipo de gato que deberías dejar que tus amigos asen también.
Qué bonita agente inmobiliaria y qué persuasiva es. Es muy persuasiva, y no sólo con una mamada. Tiene un talento natural para trabajar con clientes ávidos de sexo.